Dios murió en la cruz por amor a ti y a mÃ. Su amor por nosotros permanece en medio de las dificultades y a pesar de nuestras rebeldÃas. El amor de Dios sostiene nuestras vidas y nunca deja de ser, porque la esencia de Dios es amor.
¡¡Gracias Señor porque tu amor no es como el nuestro!!