El amor de Dios
Nuestro amor depende de nuestro estado de ánimo y está condicionado al tiempo y a las circunstancias, pero el amor de Dios no tiene...
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo.
Apocalipsis 3:20