No te quejes, no dudes, Dios tiene grandes cosas para ti, pero debes cambiar tu mentalidad; eres tú quien elige seguir en el desierto como lo hizo el pueblo de Israel o cambiar tu mentalidad y entrar a la tierra prometida.
¿Qué mentalidad tienes hoy? ¿Mentalidad de esclavo o mentalidad de realeza? ¿Sigues atado a tu pasado, cargando la culpa del pecado que te impide caminar hacia tu promesa?
Recuerda, somos hijos del Rey de Reyes y Señor de Señores, somos hijos de la realeza, no lo dudes. Jesús abolió la esclavitud cuando murió en la cruz por nosotros. Jesús pagó el precio y quiere que vivas libre de ataduras para poder disfrutar de sus grandezas.
Tu desierto va a ser el lugar de encuentro con Dios; donde vas a ser cambiado si estás dispuesto a renovar tu mentalidad; sobre todo debes estar dispuesto a luchar.
Decide hoy, en medio de tu desierto, renovar tu mentalidad. Dios tiene muchas bendiciones para ti pero tienes que renovar tu mentalidad para que puedas alcanzarlas.
Comentarios